Chamanes y arte abstracto
por Zugvogelblog
Una tarde, en San Petersburgo, acababa de visitar por enésima vez el Museo Ruso. Allí había admirado una exposición de fotografía sobre las primeras muestras de arte abstracto que se inauguraron en la ciudad, hacía casi exactamente un siglo. En una de las fotos se veía el famoso Cuadrado Negro de Malévitch, colgado en el rincón de la sala que corresponde al icono. Inmediatamente después tenía una cita con el escritor Iuri Rikhteu, nieto del último chamán de Chukotia (Siberia), cuya avanzada edad y propensión al alcohol le llevaron ya a otro mundo hace varios años. Íba a proponerle la edición en castellano de uno de sus libros en el que narra la historia de su familia. Rikhteu me recibió en su domicilio de la Avenida Suvórov y la coincidencia, aquella tarde, de esferas tan dispares como chamanes y arte abstracto, ha perdurado en mi memoria hasta hoy.
Vassili Kandinsky era un joven estudiante de antropología, nacido en Moscú, que tenía sangre tungús. Su familia –y su apellido- eran originarios del río Konda, un afluente del Irtich y del Obi entre cuyos cauces se hallan las tierras de los tungús, los samoyedos, los evensk y otros pueblos que durante siglos se mezclaron con los mongoles. Muchos artistas, científicos y viajeros recibieron a través de Rusia noticias de la espiritualidad ancestral de estos pueblos, transformándola a menudo en modas espiritistas pasajeras durante la misma época en que irrumpe en Occidente una disciplina «nueva» llamada psicología. Fueron los rusos los que introdujeron en su lengua, y en Europa, el término chamán, al entrar en contacto con ritos y tradiciones espirituales de diversos pueblos del norte, entre Laponia y el estrecho de Bering.
El término chamán viene del idioma evenki, lengua siberiana de la región tungús de la que era originario el pintor Vassili Kandinsky; exótico para la mayoría, despierta hoy tanta atracción como reserva -y confusión- porque ha dejado de lado su significado original para convertirse en un término genérico bastante difuso. Chamán designaba en lengua evenki a quienes, tras la muerte, podían guiar el alma hasta un lugar definitivo para su descanso, acepción original del término que difiere del significado actual, mucho más amplio y disperso, y, en gran parte, una creación del historiador de las religiones Mircea Eliade.

Anterior a la de Kandinsky, la obra de la pintora sueca abstracta Hilma Af Klint, revela su interés por la búsqueda espiritual de la época
Los chamanes más destacados han logrado hoy en día ampliar el significado del término mediante la integración de formas de medicina diferentes que atienden a la vez al diagnóstico de los males, a la psique individual, a la valoración de las circunstancias presentes del individuo y a la dimensión espiritual. Hay chamanes en los Andes y en la Amazonía, en el Caribe y en el Trópico, en África y en Asia. Tal vez en Rusia el chamanismo cobró mucha popularidad entre el público más culto y creativo porque inspiró a grandes creadores que plasmaron esa percepción de la energía en sus obras.
El chamán es un hombre que conoce los flujos de energía e intenta reconducirla para bien -un «cirujano de la energía» en palabras de Pío Vucetich-, convocándola y facilitando su experiencia a los demás; buscará aquello que le ayude a guiar el trance –a veces muy duro- de hacerse cargo o hacerse consciente de lo que pasa, para poder ver más allá de lo que, en un momento dado, uno sabe o es capaz de asumir. En el proceso del ritual el arte puede surgir mediante la palabra o en el canto, a través del silbido, del movimiento, de la danza, el dibujo, los textiles o la poesía (htpp://www.encuentrosconlosutil.es).
Sin duda existe un relato entre la actividad del chamán y el arte abstracto.
Este relato es el tema de algunas investigaciones y es tratado tangencialmente en exposiciones como la que se celebra en Caixaforum de Madrid: Chamanes y maestros del caos.
Gracias por tu aportación erudita al concepto chamán y por tu sutil línea argumental.
J.E
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Sobra madre y falta padre…. sí, yo también lo creo. La cosa es encontrar el lugar donde reside ‘padre’
El padre es el hombre al que mira la madre. Para acercarse a él, uno se separa de la madre.
Interesantísimo artículo sobre el chamanismo. Viví algunas experiencias chamánicas en latinoamerica y Balí. Pero lo que me abrió los ojos sobre estas realidades, como bien dice JJ, son los escritos de Eliade.
Muy interesante el artículo de chamán y arte abstracto. No cabe duda del poder de sanación del arte y su invitación a la trascendencia.
Gracias por compartir tu web. Todo un regalo